Viajar como madre soltera: un viaje de conexión y descubrimiento
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Viajar siempre ha sido una fórmula para que las familias conecten, pero en el caso de las madres solteras, adquiere un significado aún más profundo. Se convierte en una oportunidad para fortalecer el vínculo con sus hijos, afrontar juntos nuevas realidades y crear recuerdos compartidos que sirvan como pilares de la resiliencia y el amor.
En Brasil, los hogares monoparentales con una mujer al frente constituyen una parte importante del tejido social. Según un estudio de FGV, casi 11 millones de familias en el país están encabezadas por madres solteras.1 A pesar de estas cifras, las imágenes de viajes convencionales a menudo no reflejan sus experiencias, priorizando, en cambio, imágenes aspiracionales que parecen ajenas a la realidad cotidiana.
Nuestra propia encuesta de VisualGPS muestra que el 96% de los brasileños creen que viajar es una excelente manera de conectar con familiares y amigos. Y cuando se les preguntó sobre sus próximas vacaciones, más de la mitad dijo que viajarían con hijos o nietos. Esto sugiere que viajar en familia está profundamente arraigado en el tejido cultural, lo que lo convierte en una experiencia que va más allá del ocio: es una forma de inversión emocional.
Sin embargo, a pesar de esta fuerte percepción, solo el 1% de las imágenes de viajes más populares representan vacaciones familiares; y si hablamos de vacaciones familiares con madres, ese porcentaje se reduce al 0,2%. Las marcas, al pensar en viajes, tienen el doble de probabilidades de elegir imágenes de viajes de trabajo que de viajes familiares. Y si ponen el foco en los viajes, a menudo seleccionan imágenes muy pulidas y profesionales en lugar de contenidos visuales que reflejen experiencias humanas genuinas.
Con estos antecedentes en mente, nos asociamos con el creador Rodrigo Parobé para producir una sesión que capturase con autenticidad la experiencia de una madre soltera que viaja con sus hijos. La historia sigue su viaje en tren a una ciudad histórica, destacando no solo el destino, sino toda la experiencia: la ilusión en el ferrocarril, el asombro al adentrarse en un lugar rico en historia, la alegría de degustar la gastronomía local y la comodidad de relajarse en un hotel después de un día de exploración.
Para las madres solteras, estos contenidos son especialmente relevantes. Las imágenes que las muestran viajando con confianza con sus hijos, explorando nuevas culturas y superando los desafíos del viaje transmiten un mensaje contundente: viajar es posible y gratificante, incluso sin la estructura tradicional de una pareja. En este sentido, estas imágenes celebran la resiliencia, independencia y capacidad de las madres solteras de crear experiencias de viaje significativas con sus hijos.
A medida que la industria turística evoluciona, surge la oportunidad de redefinir cómo representamos los viajes familiares En lugar de destacar solo los momentos "instagrameables", las marcas deberían abarcar el viaje completo, con lo real, lo auténtico y lo significativo. De esta manera, no solo promocionarán destinos; también inspirarán la conexión humana. Y en un mundo cada vez más digital y acelerado, esa podría ser la experiencia de viaje más valiosa de todas.
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Fuentes
[1] FGV IBRE